domingo, 3 de noviembre de 2013

LA INNOVACION COMO MODELO DE NEGOCIO


“La prueba de la innovación no es su novedad, ni su contenido científico, ni el ingenio de la idea… es su éxito en el mercado.” Peter Drucker

            En la actualidad, pocos temas son tan recurrentes en los titulares de los medios de comunicación como la innovación. Pero, a la vez, de pocos se habla con tanto desconocimiento. ¿Sabríamos explicar qué es, en realidad, la innovación?, ¿creación, invención, proyectos exitosos o económicamente rentables?, ¿cuántos tipos de innovación existen?, o ¿sólo hay una clase de innovación?...

            Es cierto que nuestro país necesita jóvenes emprendedores que tengan ideas y quieran innovar, pero también necesita - y quizá sea más importante - que los trabajadores que quedan en las empresas, de todas las distintas áreas como las de personal, finanzas, etc., sepan entender su importancia y conozcan bien el proceso de la innovación para apoyar y ayudar a las ideas innovadoras capaces de generar nuevas y distintas líneas de negocio.

 “Las organizaciones, por su propia naturaleza, están diseñadas para promover el orden y la rutina. Son ambientes inhóspitos para la innovación.” Theodore Levitt

            Lo primero que debe saber un Empresario y un Líder de una organización es saber qué hablar de innovación es hablar de sostenibilidad, perdurabilidad, largo plazo, riesgo, equipo humano, creatividad, errores, aciertos, aprendizaje continuo, y un largo, largo, etc. de palabras de las que normalmente tan sólo les interesan algunas y otras no quieren ni escuchar hablar de ellas (las marcadas en negrita generalmente).

            Hoy más que nunca la innovación es una palanca para poder seguir generando negocio y satisfaciendo necesidades de nuestros Clientes actuales y de otros que ni siquiera conocemos.

            Tenemos que ofrecer al Cliente lo que quiere comprar (enfoque al Cliente), pero también tenemos que estar atentos a lo que puede querer dentro de un tiempo y, cómo no, no dejar de pensar en lo que podemos venderle, aunque ni él sepa que lo quiere. Para ello, no es necesario que exista sólo un departamento de innovación fuerte, sino que debe ser la propia organización la que esté focalizada a la innovación, de forma coordinada y cohesionada (no islas funcionales o departamentales), con una gran orientación al mercado (no sólo al negocio), liderado por personas que apoyen, ayuden y supervisen (no sólo manden y controlen), etc. En definitiva, una organización innovadora tiene más valor que nunca, hoy día, en nuestras empresas y más en estos momentos donde la innovación es una gran fuente de diferenciación.

“La innovación representa un medio para dar fuerza al plan estratégico de la empresa.”

Tipos de Innovación.

            La Innovación es un término de moda en los últimos años y por tanto del que se ha usado y abusado hasta la saciedad. La innovación es lo que salva a las Empresas, los innovadores son lo moderno, sin Innovación no hay crecimiento, no hay futuro…

            Una primera categorización se puede hacer de acuerdo al objetivo de la misma y considerar tres tipos de innovación:

  • La innovación en productos o servicios consiste en el desarrollo y comercialización de productos nuevos o mejorados, tanto bienes materiales (un coche), como digitales (un procesador de texto), como servicios (un restaurante o una plataforma de monitorización energética en la nube... ).
  • La innovación en procesos es la generación de nuevas formas de producir bienes o servicios que den lugar a una mejora (más rápido, más barato, con menos defectos) con respecto a la competencia.
  • La innovación comercial consiste en la creación con éxito de nuevas formas de promoción o comercialización o nuevas tarifas que hacen más atractivo el producto o servicio a los consumidores.

Innovación en el modelo de negocio

            Esta va mucho más allá de la innovación pura en producto o comercial y es mucho más interesante… el modelo de negocio se compone de tres aspectos: el producto, su modelo de comercialización y los recursos y procesos necesarios para desarrollarlo.

            De todas las clasificaciones de Innovación como modelo de negocio que se han definido me quedo con estas dos:

            La Innovación disruptiva que es la que introduce una propuesta de valor completamente nueva, originando nuevos mercados. Suele cambiar las reglas del juego, confundiendo a los actores dominantes en ese momento, que suelen desestimarla inicialmente, por ser de poca calidad o demasiado sencilla… es la más potente pero también la más complicada de llevar a cabo con éxito (es la favorita del modelo BLUE OCEAN).

            La Innovación incremental que consiste en coger algo que existe y hacerlo mejor, optimizarlo, hacerlo más potente, extenderlo en mercados en los que no está presente, añadirle nueva funcionalidad.

            Particularmente creo que debemos de centrarnos en este segundo tipo de Innovación y dejar a los tecnólogos y Gurús la primera...la mayoría de los mortales no somos Bill Gates o Steve Jobs !!!.

La necesidad del equipo en el modelo de negocio Innovador.

            En las grandes Empresas Innovadoras la formación del equipo no debe ser uno de los mayores problemas por los recursos disponibles (aunque a todos afecta los ciclos negativos) y es en las PYMES donde debemos de ser más eficientes y se ha de tener en cuenta que varios roles pueden estar desarrollados por más de una persona. Los equipos necesariamente han de ser más pequeños pero han de ser...EQUIPOS.

            Entre los distintos roles que puede asumir los miembros de equipo respecto a la Innovación, pueden estar:

  1. El revolucionario. Ésta es la persona a quien le motiva cambiar el mundo. Suelen generar muchas ideas pero desarrolla muy pocas dado que se focaliza en ellas y siempre colabora con el resto del equipo de forma extrovertida.
  2. El metralleta. Es una versión "bélica" del auténtico revolucionario dado que suelen generar muchas ideas, que pueden o no compartir con el resto del equipo. De ellos procede la mayor fuente de ideas en los procesos abiertos de tormenta de ideas pero ni se focalizan ni se involucra en la realización. Les gusta ser muy generalistas y los "elaboradores del concepto".
  3. El artista. Normalmente en todo equipo necesitamos a alguien que, aunque no sea responsable de generar nuevas ideas, sea el que las haga buenas y las refina, ése es el rol del artista.
  4. El ejecutor. Es una persona con muchas ideas, pero al contrario que el revolucionario, suele ser más introspectivo y prefiere no compartirlas o expresarlas en público y enfocarse a la ejecución.
  5. El conector. Suele ser muy social y asociativo, y es la persona responsable de juntar a un revolucionario con una idea con un ejecutor que lo ponga en práctica, con un artista que la refine…
  6. El abogado del cliente. Este rol es el que siempre está poniéndose en el papel del cliente objetivo para defender su postura y lo que pensara sobre el producto que estamos preparando…
  7. El bombero. Es la persona a la que acudimos cuando tenemos un problema que, a simple vista, parece irresoluble y para el que necesitamos ayuda de alguien con muchos recursos y sangre fría… Este rol no tiene por qué formar parte del equipo, pero tienen que existir en algún sitio como referencia para que podamos acudir a él en caso de necesidad.
  8. El juez. Suele ser quién determina lo que es factible o no y lo que es realista conseguir en el mercado. Por lo general es una persona muy pragmática y, en algunos casos, con un perfil financiero. Hace que aterricen las ideas describiendo la realidad de los recursos disponibles y del potencial del mercado.
  9. El hacedor. Alguien capaz de coger una idea y hacerla realidad, debe conseguir y gestionar los recursos necesarios, hasta alinearlos a todos para conseguir su ejecución con éxito.
  10. El evangelista. Ellos se encargan de educar al entorno acerca de las bondades de la idea que estamos lanzando, sus valores, potencial… normalmente ayudan a alinear una organización internamente alrededor del proyecto en curso, así como a los socios o alianzas necesarios para ejecutarla con éxito.

            Por lo demás, plena coincidencia en general con el modelo basado en el embudo de la innovación gestionado por umbrales de fases.

  1. Generación de ideas.
  2. Desarrollo del concepto.
  3. Desarrollo del producto.
  4. Pruebas y validación.
  5. Lanzamiento y comercialización.

La innecesidad de ciertos individuos en el modelo de negocio Innovador.

            Cuántas veces hemos sentido en algún ámbito de nuestra vida que nuestras ideas no son acogidas y lo que es aún peor, ni siquiera escuchadas...

            Ya sabemos que la tendencia natural del ser humano es el inmovilismo, la resistencia al cambio "per sé" y además eso acentuado aún más por la falta de necesidad real de cambiar (adaptarse) y también  -y aunque sea una opinión muy personal - por el "efecto cuna o residencia", es decir, en el lado del hemisferio donde nos situemos...sí, sí, yo pienso que los del norte son más innovadores que los del sur aunque los del sur seamos más creativos que los del norte. Pero esta reflexión la dejaremos para otro capítulo.

            Lo que quiero destacar ahora es que en las estructuras empresariales de nuestro ámbito siempre vamos a tener dos grupos diferenciados, los dirigentes y los dirigidos (siglo XIX y XX) ó los líderes y colaboradores (siglo XXI) y dentro de cada uno de ellos pueden existir los auténticos generadores de la desmotivación con sus frases asesinas mortales para la innovación, tales como:

  1. Esto ya lo hemos probado en el pasado, ya lo intentamos antes.
  2. Aquí no funciona.
  3. Es muy caro, no hay recursos, no hay presupuesto.
  4. No es adecuado para nuestros clientes actuales, no lo utilizarán.
  5. No podemos asumir el riesgo.
  6. No es nuestra responsabilidad.
  7. No es realista.
  8. Es demasiado complejo.
  9. Es demasiado pequeño para tener impacto.
  10. Es demasiado diferente.

          En cualquier caso una de las lacras de nuestra poca mentalidad innovadora es la no capacidad de "remar juntos para conseguir un mismo objetivo", es el denominador común de la mayoría de nuestro tejido empresarial, "muchos jefes y pocos indios", "poca luz y muchos iluminados"...en definitiva, "muchos diciendo que hay que hacer en el equipo pero muy pocos haciendo lo que se dice en el equipo". Tenemos muchos "metralletas" y muchos "artistas"...y lo que realmente hacen falta son más "ejecutores" y más "hacedores".

            Una de mis frases favoritas al hilo de esta argumentación es la siguiente:

“En teoría, no hay diferencia entre la teoría y la práctica, pero en la práctica, sí que la hay.” Jan L. A. van de Snepscheut

Tipos de consumidores y no consumidores de Innovación.

            Hemos de tener en cuenta que el mercado es un gran OCEANO y en nosotros está el convertirlo en RED o BLUE…por tanto, hemos de agrupar a los consumidores al menos en cinco categorías cuando hablamos de productos y servicios que conlleven la asunción y adopción de tecnología. A destacar:

  • Innovadores: el segmento más pequeño, gente muy familiarizada con la tecnología que lo prueban todo y son muy influyentes.
  • Visionarios: Los que adoptan productos de manera temprana, no necesariamente tan familiarizados con la tecnología como los anteriores, pero capaces de entender los beneficios que les pueden generar la adopción de un producto nuevo.
  • Pragmáticos: La mayoría temprana, éstos son consumidores que no se dejan llevar por modas y prefieren esperar, pero que cuando ven que un producto es práctico y resuelve un problema latente lo acaban adoptando.
  • Rezagados: La mayoría tardía, este grupo espera a que un producto haya madurado y resuelva un problema latente y después lo acaban adoptando.
  • Escépticos: Consumidores que siempre son los últimos en adoptar las nuevas innovaciones tecnológicas.

Pero también debemos tener en cuenta los grupos de no consumidores:

  • Aquellos que “pronto van a ser consumidores” y están a punto de serlo.
  • Los que “rechazan” ser consumidores de cierto producto de forma consciente.
  • Los “clientes no explorados” que a día de hoy están en mercados distantes y no están siendo atendidos por nadie.

La focalización es la base del éxito Innovador.

          Es importante en la PYMES tener siempre presente la estructura empresarial y sus escasos recursos, de ahí que la dispersión mental y física conlleve una incapacidad implícita de desarrollar ideas o propuestas y, menos aún, de materializarlas e integrarlas como nueva línea de negocio dentro de la organización. La dispersión y la falta de continuidad en las fases dos y tres (desarrollo del concepto y desarrollo del producto) son la verdadera cicuta de nuestras pseudoempresas innovadoras.

            Es fundamental tener la idea y la convicción de enfocarse a un nicho (target) primero y no intentar desarrollar productos para atender todas las necesidades posibles, ya que terminamos por no atender ninguna necesidad concreta. Una vez que hemos conseguido una cuota de mercado significativa en ese nicho y hemos madurado la propuesta de valor, nos podemos mover a un nicho adyacente, a otro y eventualmente dirigirnos a varios simultáneamente. 

            Innovar significa equivocarse y fallar, así que la forma está en hacerlo de forma inteligente.

            Hay empresas como la india Tata que incluso tienen unos premios internos (junto con premios a la innovación) para los mejores intentos fallidos de innovar en algún área, siempre y cuando hayan sido fallidos bien ejecutados.

Malditos presupuestos y maldito retorno de la inversión. 

            No me voy a extender en la primera maldición dado que fue objeto de un artículo anterior con la celebérrima frase de Jack Welch (Ex-Presidente y CEO de General Electric):

“El presupuesto es el veneno de los corporativos de América, nunca debió haber existido”

            Pero la segunda es aún peor que la primera...El retorno de la inversión.

            En innovación el famoso ROI2 se calcula comparando los beneficios obtenidos de la comercialización de los nuevos productos o servicios contra la inversión en investigación y desarrollo y otros gastos directos generados en la creación de los mismos.

            Una de las lacras y principal causa de la muerte de cualquier proyecto innovador es la obsesión de los "empresaurios" (especuladores) en la tasa de retorno, el VAN, el TIR, etc. Y digo la obsesión dado que soy defensor de su importancia pero no de su vinculación total. Los proyectos innovadores necesitan de paciencia (largo plazo) y de una importante aceptación del riesgo. Binomio conceptual nefasto para los "empresaurios"...

            Los negocios en época de carencias (postguerra) no debían de ser innovadores pero estaban dirigidos por auténticos Empresarios, pero los negocios en época de abundancia (¿?) deben ser innovadores pero están dirigidos por especuladores cuando deberían ser LIDERADOS por EMPRESARIOS. Esa es la dicotomía...

            Sinceramente, dudo mucho que Bill Gates y Steve Jobs estuvieran más centrados en su "plan de negocio" que en su desarrollo de la idea. Me encantaría ver el presupuesto y el retorno de la inversión que ambos desarrollaron... Hay que ir detrás de una buena idea y llegaran los resultados.

             Los retornos que se deben buscar en el propio proceso de la Innovación en una PYME debe ser:

  • Mejorar el valor global de la empresa en los mercados, asociados a su capacidad de poder desarrollar en el futuro innovaciones disruptivas que incrementen los resultados financieros de la empresa.
  • Incrementar la acción de compra de los productos por parte de los Clientes.
  • Fortalecer la relación con el "ecosistema" al resultar más atractivo ante posibles socios del proceso de innovación (alianzas).
  • Hacer la empresa más atractiva tanto para retener a los empleados actuales como para atraer a los nuevos. El talento es un eje fundamental en la innovación y las empresas percibidas como innovadoras acceden más fácilmente al talento.

            En definitiva seguir la frase de Graig Wynett.

“Lo que hemos hecho en nuestra Empresa para fomentar la innovación es que sea normal.”

Conclusión. 

            Desgraciadamente no hay más que ver de nuevo el ranking 2013 de las 100 Empresas más innovadoras del mundo para darse cuenta que sigue sin estar en la "hoja de ruta" de nuestras Empresas patrias. Espero, sinceramente, que los buenos datos en los últimos índices de incremento de las exportaciones nos sirva de acicate para poder contar en breve con alguna de nuestras Empresas en el TOP 100 y servir de tractora e imagen para el resto.

            La Innovación para las Empresas es como la Educación para la Sociedad...INDISPENSABLES PARA EL DESARROLLO DE UN PAIS.

                Y recuerda...REFLEXINNOVA !!!

 

 

domingo, 29 de septiembre de 2013

DEMASIADA EXPERIENCIA NO MATA LA INNOVACION.


           La experiencia está infravalorada y el nuevo modelo empresarial (bueno mejor dicho algunas personas que lo promueven) avalan argumentos en esta dirección, pero no seguir otorgando a la experiencia una posición merecidamente destacada a la hora de evaluar el talento es uno de los muchos lastres que seguimos acarreando a pesar de encontrarnos ante una nueva realidad; una creencia absurda, que está capilarizando y que quiere convertirse en un cambio de paradigma.

            Es cierto que el movimiento se demuestra andando y el valor de la experiencia, sea el que sea, se debería medir comparando el valor similar producido en ausencia de experiencia con el producido en presencia de la misma. No sé si existe algún estudio serio a este respecto y, si lo hay, no lo conozco. Pero hay una serie de hechos, de fácil comprobación, que me parecen suficientemente contundentes como para, al menos, cuestionarse seriamente si el valor real que aporta la experiencia no es tan relevante.

            Por ejemplo, antaño en la época de las Empresas Taylorianas del siglo XIX cuando hablamos de habilidades manuales, la experiencia era muy relevante. Lo que con frecuencia distinguía a un buen profesional de otro excelente son las horas que había dedicado a practicar esa habilidad, es decir, su experiencia. En este caso, el valor de la experiencia era optimizar el automatismo, lo cual se traducía en menos errores, mejor predictibilidad y, en general,  ofrecer más calidad.

            Posteriormente, en el siglo pasado, la experiencia tenía un valor en contextos en los que las situaciones se repetían sistemáticamente y requerían de una buena dosis de conocimiento tácito para abordarlas con éxito. En este caso, dicho conocimiento tácito solía producirse como resultado de numerosas pruebas ensayo-error, un esfuerzo que solo tiene sentido a la larga y cuando se sabe que va a poder aplicarse en el tiempo.

            Llevando esto al mundo de la empresa, la experiencia era un valor, por los motivos antes indicados, en entornos industriales tipo cadena de producción y burocráticos y administrativos por la ausencia de sistemas informáticos. En este escenario, contratar a un profesional con experiencia también suponía una ventaja frente a contratar uno sin ella.

            Por tanto, en ambos siglos, contratar un profesional con experiencia requería una menor inversión, tanto en tiempo como en dinero, para formarse en el uso de la maquinaria o en los procedimientos de trabajo y era lógico pensar que cometiera menos errores y que su ritmo de trabajo fuera más próximo al óptimo que el de alguien sin experiencia. Es más, también se valoraba el hecho  de presuponer que ante una hipotética situación imprevista, era lógico esperar que reaccionase de forma más adecuada, ya que probablemente no fuera la primera vez que se encontrara ante ella.

            Sin embargo, en este siglo XXI, en la denominada "Era del conocimiento", el valor de la experiencia parece que no es tan evidente. Cuando la generación de valor reside más en pensar que en hacer, a la experiencia quieren pasarla a un segundo plano. Cierta experiencia dicen que es positiva, ya que puede evitar errores “de principiante”, pero más allá de un mínimo, la experiencia empieza a jugar en contra.

            El problema de la experiencia en el trabajo del conocimiento es que sustituye la reflexión por la creencia. Dejamos de pensar en el momento en que creemos que ya lo sabemos todo. Dejamos de probar cosas nuevas cuando ya sabemos, o creemos saber, qué puede funcionar y qué no. Y cuando dejamos de pensar, dejamos de contribuir a la aportación de valor. ESO ES CIERTO...EL BLOG SE LLAMA REFLEXIONORA !!!.

            Por tanto, en ese sentido, la experiencia es cierto que puede ser incluso contraproducente. Por ejemplo, un profesional que lleve muchos años desempeñando un trabajo o "dirigiendo" de forma inadecuada tendrá mucha experiencia en hacer las cosas y "dirigir" mal pero eso no solo no es motivo de orgullo sino que probablemente plantee un problema adicional de cara a cambiar la forma de trabajo o de "dirección" en un momento dado, ya que la forma incorrecta estará cristalizada y resultará muy difícil cambiarla. Ya sabéis que pongo la palabra dirigir entre comillas porque no me gusta y debiera ser cambiada por la de LIDERAR.

            Por ejemplo, si tomamos como muestra algunas de las empresas más importantes de las últimas décadas, desde HP a Facebook, pasando por Microsoft, ¿qué experiencia tenían sus fundadores creando empresas cuando las crearon? Hasta donde yo sé, ninguna. En el extremo contrario, los directivos que han llevado a empresas como Kodak, Nokia o Eon a situaciones dramáticas, cuando no directamente a su desaparición, contaban con una amplia experiencia, probablemente incluso con cierto éxito, dirigiendo empresas. Paradójico, ¿no?.

            El problema de muchas de las organizaciones es que están dirigidas por gente con demasiada experiencia y no necesariamente “buena”. Al igual que la industria relojera suiza inventó el reloj digital y lo desechó, porque en su experiencia un reloj sin manecillas ni engranajes no era un reloj “serio” o la famosa firma Kodak, inventora de la primera cámara digital pero que creyó que no tendría éxito y que la gente estaba acostumbrada al revelado y la foto en papel...los dirigentes de muchas organizaciones no se atreven a dar los pasos necesarios para innovar en la gestión de las mismas porque en su experiencia, “eso no funciona”.

            Cuando tienes mucha experiencia (acompañada normalmente de más edad también) crees que lo sabes todo, ya no necesitas aprender más y te auto-inhabilitas para innovar. Por eso algunas organizaciones punteras en la gestión de personas y de su tiempo, como Vodafone, promovían activamente la rotación interna, de modo que ningún profesional con potencial permaneciera más de dos o tres años en el mismo puesto. Yo estuve trabajando 12 años en esta Empresa y no lo entendía y ahora reconozco no sólo que estaba equivocado sino que dejé pasar oportunidades de crecer humana y laboralmente...reconozco el error, aunque en mi caso la ausencia de necesidad y el exceso de comodidad me invitaron a ello.

            Ahora bien, dicho lo dicho, he de levantar una bandera de rechazo ante la situación actual de abandono y defenestramiento de la experiencia laboral en la empresas de hoy día. Hago hincapié en la diferencia entre edad laboral y experiencia laboral porque lo uno NO va acompañado de lo otro y acepto que por el mero hecho de ser mayor en edad no se es más responsable o se tiene mayor valía laboral, ahora bien, la experiencia laboral de buenos profesionales no debe ser proscrita por el mero hecho de acompañarle una fecha de nacimiento superior a cuatro décadas...QUE DESPERCICIO DE TALENTO !!!.

            Por tanto, la clave del éxito de la Empresas actuales no reside solo en su capacidad para fomentar la innovación, sino en su capacidad para seleccionar el personal que se ajuste a esa cultura empresarial innovadora con la motivación, resilencia y el valor suficientes para perseguir y defender su misión y valores, pero con la capacidad suficiente como para aceptar opiniones contrarias sin entrar en conflictos. Unos principios básicos y lógicos que, sin embargo, no forman parte de las prioridades de la gran mayoría de empresas, empecinadas en seguir con políticas de reclutamiento de personal homogéneas y jóvenes, contratando un mismo tipo de perfil en vez de promover la diversidad, algo imprescindible a la hora de poder contemplar problemas desde distintos ángulos y buscar soluciones innovadoras. Demasiado tono gris, en vez de más color. Contribuyamos a la idea poniendo el párrafo en fondo blanco.

            Por tanto, no estoy de acuerdo en que demasiada experiencia mata la innovación y te vuelve incompetente y será, en el medio plazo, un problema en nuestras empresas y sociedad y se convertirá en un evidente nuevo cambio de un joven pero caduco cambio de paradigma al poco de nacer.

            La infravaloración de la experiencia laboral hoy en día no tiene razón de ser y es contraproducente para las empresas y la sociedad de este nuevo siglo.

Y recuerda...REFLEXIOINNOVA.

Nota: Le dedico este artículo a mi buen amigo Iñigo Pommarez quién dice que le encanta leer mis artículos.

 

 

 

 

           

 

domingo, 22 de septiembre de 2013

LOS PRINCIPIOS DE LA INNOVACIÓN EN LA EMPRESA.


1.     Los problemas de nuestros Clientes y proveedores (colaboradores externos), han de ser considerados como propios.

2.     Seamos empáticos. Conozcamos a nuestros colaboradores externos y sus realidades. Sólo así podremos crear el valor que ellos aprecien.

3.     La excelencia no es “perfeccionismo” técnico. Ofrece soluciones innovadoras, eficientes y realistas, centradas en las necesidades expresas de los colaboradores externos e...INTERNOS (empleados).

4.    Seamos curiosos, observemos desde todos los puntos de vista, escuchemos, relacionémonos y cooperemos con el entorno. Seamos espléndidos en conocimientos y tecnologías.

5.    Seamos creativos. Visualicemos nuevos mercados y nuevos Clientes, imaginemos nuevos servicios, descubre nuevas formas más eficientes de hacer las cosas.

6.     Contribuyamos a crear nuestro futuro. Las ideas brillantes, enfocadas a oportunidades reales, proceden de toda la organización interior y...del EXTERIOR. Seamos emprendedores y actuemos con libertad, asumiendo responsabilidades.

7.    Alcancemos lo mejor de nosotros mismos, en lo humano y en lo profesional. La creatividad convive con los límites. Cumplir con plazos, costes, normativas y especificaciones es un reto motivador.

8.     Seamos fiel a los compromisos. Experimentemos...descubramos lo que funciona y lo que no, identifiquemos y rechacemos rápidamente los errores. Aprendamos continuamente y construyamos sobre nuestros éxitos y...FRACASOS.

9.     Actuemos con honradez e integridad personal y profesional. Fomentemos un clima de optimismo, respeto y confianza a nuestro alrededor. Hagamos equipo, dejémosle que fluya y seamos LEALES.

10. Compartamos todo lo que sepamos, nuestros conocimientos, nuestras iniciativas, nuestros éxitos (knowmad). Mostrémonos disponibles y colaboradores. Nosotros creceremos cuando ayudemos a crecer a nuestros COLABORADORES .

Y recuerda...REFLEXINNOVA !!!





 





 


domingo, 8 de septiembre de 2013

12+1 REFLEXIONES SOBRE INNOVACION


Seguro que no existe una o varias fórmulas mágicas para tener éxito....pero sí hay una serie de reflexiones que creo pueden aminorar los errores típicos que cometen los noveles innovadores/emprendedores, especialmente en sus primeras andaduras.

Por ello he compilado la siguiente lista que espero que pueda ayudar y ser interesante:

1. EMPRENDAMOS ALGO QUE NOS GUSTE.

El camino del innovador/emprendedor no es nada fácil. De hecho podríamos asegurar que es el más difícil y espinoso de todas las alternativas empresariales. Si vamos a emprender un negocio, hagámoslo en un área que disfrutemos  haciendo el trabajo que nos apasione hacer (no todos podemos ser CEOs o Directores Generales). De esta manera, cuando lleguen los obstáculos y las dificultades y tengamos que tener más tesón que los demás, al menos lo haremos disfrutando o dejando fluir nuestra "pasión laboral".

2. FOCALICEMOS LOS ESFUERZOS.

Ya nos avisa el dicho popular muy claramente: “el que mucho abarca, poco aprieta”. Hay personas que creen que pueden manejar 2 ó 3 proyectos de manera simultánea y ello es casi imposible, una auténtica dispersión del conocimiento, los recursos y los objetivos y lo normal es que al final ninguno llega a ser exitoso. Debemos enfocarnos a UNO y guardar nuestras energías para otro pero... después. LO PRIMERO ES ANTES Y LO SEGUNDO...DESPUES, ya lo hemos dicho muchas veces en este blog.

Por supuesto que no importa cambiar lo que estamos haciendo por el camino, lo que NO es posible es hacer todo al mismo tiempo, especialmente cuando no tienes mucha experiencia en discernir, en planificarte y, en definitiva, EN PRIORIZAR.

Desgraciadamente mucha culpa de esta falta de focalización/concentración la tenemos o hemos tenido aquellos que tenemos o hemos tenido responsabilidades de liderazgo/dirección de terceros. La tendencia natural es la de fiscalizar y organizar el trabajo ajeno presionando con argumentaciones (más bien órdenes encubiertas) que la mayoría de los casos suele mermar la capacidad de iniciativa, destruye el talento y...desmotiva.

3. PIENSA EN HACER ALGO IMPORTANTE, NO EN EL DINERO QUE VAS A GANAR.

La mayoría de los empresarios modernos buscan generar dinero rápido mediante ingresos recurrentes, margen comercial y rentabilidad positiva, todo al menor coste posible... QUE FACIL DECIRLO !!!.

Estas premisas pseudo-emprendedoras y nada innovadoras, suelen atraer inversionistas y empleados incorrectos y tóxicos a nuestros proyectos y normalmente nos ayudan a perecer antes que a nacer y crecer.

Estoy seguro que una buena idea que tenga sentido de empresa y de preferencia al crecimiento (desarrollo en todos los sentidos) de las personas más que al presupuesto inicial garantiza que el dinero llegará como una consecuencia y no como un fin.

Para ello debemos de dejar de priorizar las preguntas que suelen hacerse normalmente los que deben de apoyar las idea innovadoras de, ¿ CUANTO (va a costar) ?, ¿ CUANDO (llegará la rentabilidad) ?, ¿ DONDE (vamos a generar mercado) ?, ¿ QUIENES (coste de los mal llamados "recursos humanos") ?...Y EMPEZAR A PREGUNTAR Y APORTAR IDEAS SOBRE EL ¿ COMO LO VAMOS A HACER ?.

4. PON EN VALOR LA IDEA RAPIDO O...YA ES HISTORIA.

Por buena que sea tú idea, lo más conveniente es probarla en la etapa más temprana que puedas. Es decir, busca la retroalimentación de tus colaboradores externos (Clientes potenciales y Proveedores) antes incluso de que esté listo tu producto o servicio.

Esperar a una versión final puede costarte mucho dinero y esfuerzo. Utiliza la retroalimentación constante para mejorar tu oferta y luego sal al mercado con algo que ya hayas probado.

5. CERREMOS VERSIONES.

Todo se puede mejorar, pero no por eso hay que esperar a un producto o servicio perfecto. Uno de los principales errores de los emprendedores, especialmente de los ingenieros (entono el "mea culpa"), es el de seguir agregando funcionalidad al producto, lo que lleva a ciclos eternos de desarrollo. Es importante tener una primera versión y cerrarla una vez que los objetivos originales se hayan cumplido, después ya tendremos tiempo para hacer mejoras en versiones posteriores.

6. SATISFACER NECESIDADES.

Nada nuevo cómo concepto pero muy difícil de acertar...uno de los principales errores de los innovadores/emprendedores tecnológicos es desarrollar algo simplemente porque tienen la capacidad de hacerlo, sin atender a ninguna necesidad de su público objetivo.

El resultado final suele ser una tecnología que vive en busca de un mercado, causa fatal de muchas ideas. Es mucho mejor empezar al revés: dándote cuenta de que algo falta o se puede mejorar y aprovechar la oportunidad.

7. SIGUE TU INSTINTO...TE PUEDE SALVAR LA IDEA/NEGOCIO.

Es recomendable que escuchemos a los demás: a nuestros COLABORADORES (internos y externos), familiares, amigos y en general a cualquiera que nos pueda aportar algo positivo, pero tengamos cuidado porque nos enfrentamos a muchas opiniones diferentes y podemos perder el norte. Sigue tu instinto y acepta consejos, pero sin perder la esencia por la que quieres poner tu idea innovadora en primera instancia. Si tratas de hacer felices a todos (sobre todo a los simples "opinadores"), caerás probablemente en la desmotivación y mediocridad y será causa de inseguridades, miedos y tensiones.

8. SEAMOS DIFERENTES.

Asegurarnos de tener algún valor diferencial importante respecto de nuestros competidores. No es suficiente hacer lo mismo que el otro, debemos hacerlo mejor, más barato o lo que sea pero...de manera distinta para poder destacar en el mercado.

Tu idea debe de tener alguna ventaja clara con respecto del resto y, además, debe ser sostenible en el tiempo para que no llegue alguien más grande y compita con tu misma ventaja.

9. SEAMOS PERSISTENTES.

El éxito normalmente tarda en llegar, por lo que tendremos que ser persistente en tu intento por alcanzarlo. Si nos frustramos rápidamente, innovar/emprender no es lo nuestro.

No hay que confundir persistencia con obstinación: debemos ser persistentes pero también aprende a saber perder. Una de mis frases favoritas es de Marcus Dantus y dice “pierde, pero no pierdas la lección”. Aun perdiendo, puedes ganar valor y experiencia.

10. SEPAMOS DELEGAR.

Tenemos que aprender a delegar, no podemos hacerlo todo solo. Es muy común que los innovadores/emprendedores crean que sólo ellos pueden hacer algo bien y están metidos en todos los proyectos que se mueven. Esto es un error y les puede llevar, muy probablemente, a la ralentización del proyecto o  a la ruina del negocio. Conforme las empresas crecen es esencial que encuentren especialistas para diferentes áreas y debemos dejarlo que desarrollen nuevas ideas que a la postre serán embrión de nuevos negocios.

Debemos apoyarnos en personas de confianza a las que podamos atender y a las que  podamos ayudar a consolidarse dentro de la estructura y la estrategia empresarial y no importarnos que puedan ser mejores que nosotros en una área específica, pero sobre todo, demos apoyo, ayuda y confianza para que puedan fluir y desarrollar sus iniciativas innovadoras.

11. CONTROLEMOS NUESTRA VANIDAD Y EGO.

Para muchos es difícil sentirse criticado, pero siempre hay que aprender a escuchar. La soberbia, la vanidad y el EGO es enemigo natural del éxito, por lo que si te cierras al mundo acabarás siendo el único Cliente de tu idea y, por ende, de tu posible negocio.

12. SE PRUDENTE PERO NO TENGAS MIEDO.

Busquemos nuevos retos, exploremos y tengamos valentía en hacer cosas que no hayamos o se hayan hecho nunca. Es cierto que si no lo intentamos no fallaremos, pero también es cierto que así nunca tendremos éxito. La mayoría de los innovadores/emprendedores con mayor éxito cometieron muchos errores de los que aprendieron y eso los hizo mejores y más valiosos al final.

Una buena forma de reducir los riesgos es INNOVAR sobre las ideas de otros, desarrollar variantes de ideas de terceros o de aplicar las ideas que otros no han sabido ponerlas en práctica...INNOVAR NO ES CREAR, ES ADAPTAR LAS IDEAS A LAS NECESIDADES Y PONERLAS EN PRACTICA.

12+1. AYUDAR A LOS DEMAS

Tendemos a hacer un recorrido sin fijarnos en aquellos a los que pisamos, sin pedir ayuda y sin ayudar  a los demás... Si llegamos a tener éxito, se debe regresar un poco a los que van detrás de tu camino y al propio ecosistema. Además de generar buen "rollo laboral/empresarial" impulsamos la imagen de nuestro País de cara al exterior que buena falta nos hace (que espectáculo más bochornoso el de la candidatura olímpica visto ayer).

El que haya proyectos exitosos nos ayuda a TODOS, ya que mejora las condiciones para las siguientes generaciones de innovadores/emprendedores.

Y recuerda...REFLEXINNOVA !!!