viernes, 30 de septiembre de 2011

LA ACTITUD...LABORAL (I)

     En el tema anterior reflejamos que la motivación es la voluntad de hacer algo y perseverar el tiempo necesario para conseguir un objetivo. En este descubriremos que esta motivación está directamente relacionada con nuestra actitud y con nuestra disposición de ánimo a hacer ese esfuerzo...bien podríamos decir que la actitud es el combustible que necesitamos para impulsarnos con el motor de la motivación por el sendero del éxito laboral.
     Muchos tratados y estudios se han escrito y hablado sobre ella por lo que no irá encaminada nuestra reflexión en esa dirección ampliamente desarrollados y conocidos en el campo de la cognición humana. Nuestro enfoque será sobre la repercusión que su presencia o ausencia tiene en nuestras empresas y en nosotros mismos desde un punto de vista económico, social y personal.
     Partamos de una premisa universalmente aceptada:
 " Debemos ser cada día más eficientes y mejorar nuestra productividad si queremos mantenernos en el mercado ".
     Por tanto, ya sabemos qué es lo que queremos y ahora investiguemos cómo conseguirlo y quiénes somos los responsables de su logro.
     Es evidente y cada vez está más arraigado en todas las culturas y lugares geográficos donde radican las empresas, que cualquiera de nosotros debe acceder a ella con una formación básica y mínima (académica o no) y unas ciertas capacitaciones (con mayor o menor grado de complejidad tecnológica) considerando a ambas como obvias y entendiendo que no están en ellas la diferenciación entre cada uno de nosotros. Digamos que llegados a este punto de maduración todos seríamos aptos para afrontar nuestra vida laboral, aunque no deja de ser cierto que lo primero depende exclusivamente de nosotros y del logro alcanzado en nuestra etapa docente y lo segundo es más responsabilidad de las Empresas dado que conlleva asociado una inversión económica en la respectiva capacitación y entrenamiento del personal (formación inicial y continua). Ahora bien, existe una tercera variable que depende, al igual que la motivación, de la implicación de ambas partes y ella es la ACTITUD.
     Así, creo que merece la pena detenernos a fondo en esta problemática actual tan determinante para alcanzar un aceptable nivel de productividad en la empresas, debiéndose tratar el tema como prioritario con la nueva realidad mundial : La globalización y apertura de los mercados.

COMPORTAMIENTOS CARACTERISTICOS DE LA FALTA DE ACTITUD LABORAL.
     Como es por todos conocidos el personal de una empresa se divide en dos grupos básicamente, los dirigentes (lideres y responsables superiores) y  los dirigidos (responsables medios y responsables/colaboradores), aunque después existen subgrupos y "tribus" internas en la selva laboral que trataremos en el siguiente tema.
     En ambos grupos se observan actuaciones lamentables de falta de actitud tales como:

- Apatía en la realización del trabajo donde la burocracia es la ley del caos.


- Deficiente capacidad de observación y de escucha en los foros del conocimiento.

- Pasividad generalizada, donde impera el conformismo por no decir el vicio de aplazarlo todo.

- Ansiedad, que nos aporta la percepción de sentirnos no capacitados para desarrollar las tareas.

- Impuntualidad en no iniciar y/o terminar las tareas asignadas o comprometidas.

- Ineficiencia al no existir una adecuada planificación y organización que nos ayuden  a priorizar.

- Desinterés por aprender al no adquirir el habito de la formación continua dentro de la Empresa y  en paralelo a los cambios establecidos en nuestro entorno.

- Inexistencia de parámetros de control que nos ayuden a cumplir los hitos establecidos.

- Relaciones interpersonales protocolarias que nos impiden relacionarnos de manera sincera con los demás (a todos los niveles).

- Aburrimiento dado por el exceso de capacitación ante los retos o tareas asignadas.

- Exceso de comodidad manteniendo una inercia residual permanente que no nos permite adoptar nuevos comportamientos que rompan paradigmas establecidos.

- Ausencia de trabajo en equipo donde la empresa se convierte en una proliferación de islas (departamentos) con sus respectivos "arrecifes coralinos" (barreras de comunicación) que impiden el flujo normal de corrientes (conocimientos e información) de un archipiélago a otro.

- Etc.
     Es decir, en general, trabajamos para cobrar el salario pero no para desarrollarnos profesionalmente.
     Entre las razones que nos aportan los eruditos en la materia como explicación a los anteriores comportamientos cabe destacar que la argumentación principal es la sedimentación mental de unos vicios adquiridos en nuestro proceso educativo tanto en el ámbito familiar como docente donde, en el primero, nuestros padres producto de ese gran amor que nos tienen, se tornaban en muchas ocasiones permisivos ante nuestras obligaciones y responsabilidades y posteriormente en los colegios, institutos y universidades a muchos de nosotros nos acostumbraron a estudiar siempre por el método de seguimiento de un texto guía señalado con escaso espíritu de investigación.
     Es decir, en general, aprendíamos para aprobar pero no para desarrollarnos intelectualmente.
     O sea que, bien podríamos decir que lo normal es que hayamos llegado al mundo laboral por la vía del menor esfuerzo posible. Y eso supone un  tiempo promedio desde nuestro uso de la razón (7-8 años) de una media de unos 18-20 años de convivir con una actitud adquirida que como consecuencia de esta evolución nos hace acceder al trabajo avalados por un inventario de conocimientos, experiencias y peligrosos vicios que nos dificultaran crecer como personas y como profesionales.
     Por tanto y aceptando el planteamiento genérico expuesto ¿que nos hace pensar que las personas en nuestros trabajos vamos a mostrar una predisposición positiva hacia los quehaceres diarios?. Pues en principio, nada, excepto si tuviéramos la gran suerte de trabajar en aquello que nos apasiona, cuál si de nuestro mejor hobby se tratara, y encima nos pagasen por ello.
     De esta manera podemos afirmar que la actitud es una predisposición de tipo emocional y como tal, tiene un gran impacto en la conducta profesional ya que condiciona la forma en la cual somos proclives a sentir y mirar la realidad. Es generalmente inducida y tiende a permanecer bastante estable con el tiempo y una vez formada, es muy difícil que se modifique.
     Los valores humanos de las personas no son lo mismo que las actitudes pero sí están muy interrelacionados con ellos en su conformación original dado que, al igual que estas, las adoptamos de nuestros padres, maestros y grupos sociales a los que pertenecemos.
     Podremos nacer con cierta predisposición pero a medida que vamos evolucionando y pasando distintas etapas de nuestra vida, vamos adoptando los que vemos de las personas que respetamos, admiramos o incluso de las que nos generan predisposiciones negativas. Es decir, la actitud se va moldeando con la observación de los demás con lo que ello implica de positivo o negativo en una organización empresarial. No obstante, las actitudes pueden mejorarse si ponemos empeño y disciplina en ello debiendo adoptar esta predisposición sin llegar a su necesidad por la vía de la urgencia o el límite por las repercusiones desfavorables que ello nos comportaría si no decidiéramos emprender una "conversión" en nuestro estilo de vida laboral.
     También puede parecer que aparentemente la actitud personal es lo mismo que la motivación personal y no es así, sin la primera puede existir la segunda aunque tenga una connotación casi masoquista (mi actitud es mala pero mis resultados buenos por mi fuerza automotivadora basada en factores intrínsecos) pero sin ella seremos incapaces de ayudar a los demás a desarrollarse dentro del equipo.

COMO DEBE SER LA ACTITUD DE LAS EMPRESAS.
     El desafío interno cotidiano de quienes dirigen/lideran las empresas debe ser lograr y mantener que quienes colaboramos en ellas nos embargue, de forma permanente, esa "actitud positiva" inquebrantable y honesta para dar todo lo mejor de nosotros mismos durante el tiempo de permanencia en ella.
     Con esta argumentación no trato de fomentar que las empresas intenten apasionarnos con nuestro trabajo pero sí, nuevamente, poner de manifiesto que su principal objetivo respecto a este asunto es conseguir (no intentar) crear el clima laboral donde podamos DESARROLLARNOS (sí sí, en mayúsculas) de forma comprometida.
    Por tanto, la primera cuestión estratégica en la política del Departamento de "recursos humanos" (recordaré hasta la saciedad que esta denominación maldita debiera desaparecer) es reclutar colaboradores con entusiasmo, con capacidad de compromiso, es decir con ACTITUD (dice un amigo mío con responsabilidades en este campo que dentro de su Empresa sólo contrata personas aptas con "chispa en la mirada"...buena observación).
    Así, fomentemos el cambio de paradigma y no reclutemos capacidades y conocimientos Nº 1 de promociones, cursos de doctorados, MBA´s o "tropecientos mil cursos en...", contratemos personas con este gran potencial y gran valor diferencial de hoy día que es la actitud. No creo que el problema de las Empresas sea encontrar personas preparadas (APTAS) sino predispuestas (ACTAS).
     No intentemos, con falsas políticas como el "empleado del año" y similares, alcanzar la utópica pasión laboral definida como la afición inequívoca e inquebrantable en nuestras funciones o tareas asignadas que hagan posible que desarrollemos nuestra actividad ordinaria transformándola en extraordinaria porque, lo más seguro, es que prediquemos en los desiertos de la incomprensión, de la apatía y del "pasotismo"...busquemos el COMPROMISO LABORAL, busquemos el engagement.
     Para ello las empresas si no pueden invertir en políticas que tiendan a mejorar la motivación, la actitud y por ende la autoestima de sus colaboradores, han de conseguir que todos nos impliquemos para paliar nuestra general y natural falta de entusiasmo en el trabajo y la mejor forma de conseguirlo es, en contra de lo que la gran mayoría de los "responsables" de las empresas creen, con la implementación de los denominados por Tom Peters como factores blandos. Entre estos podíamos citar algunos como:
- Exigir ser educados con subordinados y semejantes (colaboradores internos).
- Exigir ser respetuosos con subordinados y semejantes (colaboradores internos).
- Exigir ser amables dialécticamente con subordinados y semejantes (colaboradores internos).
- Exigir ser agradables en el trato con subordinados y semejantes (colaboradores internos).
- Exigir sinceridad y transparencia en nuestros compromisos con subordinados y semejantes (colaboradores internos).
                        Nota: La repetición machacante es para los que no se enteran a la primera.
     Estas actitudes básicas, elementales Y DE BAJO COSTE son más que suficientes para favorecer una coordinación cruzada (interrelación entre departamentos y miembros de la Empresa) de forma casi automática y generar las condiciones necesarias (aunque no suficientes) para poder fomentar el compromiso de cada uno de sus miembros. 
     El método más simple y económico para descubrir y medir las actitudes existentes en nuestra empresa, es levantar un "censo de opiniones anónimo" porque, si bien es cierto que una actitud no es exactamente una opinión, las opiniones de un grupo o de un individuo proporcionan claras indicaciones sobre sus actitudes. De esta analítica podremos deducir el estado anímico de una persona o general de la organización, aportándonos mucha información relevante tal como las dificultades y capacidades que nos animan o frustran en nuestras actividades cotidianas. Nos va a medir el nivel de desarrollo del talento personal que tenemos en nuestra organización y que no sólo se basa en la preparación docente o intelectual sino SOBRE TODO de la actitudinal, relacional, etc.
     Otro factor importantísimo desde el punto de vista de la política de la empresa es su actitud ante los despidos de personal, sean por las causas que sean y fuere por la vía que fuere. Debemos ser conscientes que gestionar bien la salida de un empleado es más importante aún que contratarlo bien, dado que la primera deja una huella muy difícil de borrar en el resto de colaboradores y afecta directamente en la actitud de los mismos. Pensemos que la contratación a una persona es un acto privado y con escasa información sobre las condiciones de la misma, pero el despido se convierte en un acto público y con TOTAL información sobre sus motivos y condiciones realizadas con lo que ello supone y representa, positiva o negativamente, para el resto de colaboradores que permanezcan en la empresa.
     Cierto es que muchas veces las formas las desvirtúan el fondo económico que se transluce en casi todos los casos de despido pero ello no justifica la inexistencia, casi total, de la ELEGANCIA en tan delicada y sensible situación. Como muestra adjunto un enlace sobre la cada vez más habitual y nefasta implantación del e-despido:
                                                  http://online.wsj.com/article
     Por tanto, las Empresas (bueno mejor dicho las políticas de las empresas dado que a estas la considero como un ente amorfo sin ellas) han de ser consciente de que las personas se "bloquean" intelectualmente y, sobre todo, emocionalmente, lo que impide que el talento de las mismas se manifieste, la eficiencia decaiga y la productividad de las Empresas se resienta.
     Las Empresas que no fomenten, al menos, estas actitudes fáciles de adoptar (cero costes) están abocadas al mayor de los fracasos, teniendo que hacer frente o bien a la evasión de talento (los que tengan grados de libertad para ello, claro) o a la MEDIOCRIDAD de un personal que no fluye por falta de actitud.

lunes, 12 de septiembre de 2011

LA MOTIVACION…LABORAL ( y II)

ALGUNAS REGLAS PARA AUTOMOTIVARNOS LABORALMENTE.-

      Si se está desmotivado en el ámbito laboral, se tiende hacia la apatía y la desidia, uno deja de esforzarse, de preocuparse por aprender y entra en un callejón mental "sin salida" y decide, simplemente, dejar pasar los días hasta fin de mes para cobrar su salario y esa actitud tiene fecha de caducidad.

      No obstante, cuando los factores extrínsecos e intrínsecos no son generados por la Empresa y/o sus líderes, la motivación debemos intentar “forzarla” con nuestros propios impulsos de hacer las cosas por ellas mismas, porque nos apetece y porque nos sentimos mejor haciéndolas ya que, al fin y al cabo, existen infinitas recompensas por el simple hecho de estar motivados, tales como:
  • Sentirnos eficientes y satisfechos.- La automotivación nos predispone a aprender de todas las vivencias, a buscar – y aprovechar – los recursos necesarios para superar las dificultades que puedan surgir en el ámbito profesional. Debe ser una actitud que llegue a convertirse en un hábito aplicable a cualquier aspecto de la vida.
  • Auto-superarnos para crecer y desarrollarnos profesionalmente.- Sin automotivación se carece del motor que nos impulsa hacia nuestra propia superación y, sin ella, es imposible evolucionar. Si no obtenemos "apoyo y/o ayuda" exterior tenemos que superar nuestros ánimos dado que no habrá otra forma de obtener resultados óptimos en nuestra vida laboral y personal.
No desees que sea más fácil, desea ser mejor. No desees tener menos problemas,
desea más habilidades.  No desees tener menos desafíos, desea una mayor sabiduría”.
  • Poder sentir que mejoramos.- Cuando se está desmotivado es más que probable que lo que se necesite sea un cambio, pero para llegar a ese cambio se requiere de grados de libertad y un impulso: la automotivación. Para mejorar, lo primero que hay que hacer es QUERER cambiar.
“Resistirse al cambio es ir en contra del fluir natural de la vida”. (Leon Tolstói)
  • No olvidarnos del derecho a cambiar de opinión, a comentar y a decir "no lo sé". Tan importante es participar y dar nuestra opinión sobre los temas que nos afectan, como saber rectificar cuando creemos que otra opción es más valida. Tampoco evitemos los “no lo sé”, a la larga asumir responsabilidades que no seremos capaces de llevar a cabo sólo nos traerá complicaciones y frustraciones, elementos muy relacionados con la "autodesmotivación".
  • Evitemos las excusas y preocupémonos sólo de las consecuencias que implica fallar a la promesa dada.
  • No caer en la provocación de terceros. Mantengamos la calma (autocontrol), en todos los ámbitos de la vida nos encontraremos con personas que intentarán sacar nuestra irascibilidad, no entremos en su juego ya que no nos aportará nada positivo.
  • Actuemos con inteligencia emocional. Reconozcamos nuestros sentimientos y los de los que le rodea y descubramos la mejor forma para manejarlos.
  • Escojamos ser feliz. La felicidad es una elección. Quédese con los aspectos positivos de su trabajo. Rechace a la gente negativa, los rumores y malas intenciones. Encuentre colegas con los que compartir y complementarse.
  • Tomemos la responsabilidad de conocer lo que ocurre en nuestro trabajo. No nos limitamos a quejarnos de que no recibimos información sobre lo que pasa en nuestra Empresa, los proyectos de los diversos departamentos o con nuestros colegas. Busquemos la información que precisemos para trabajar eficazmente. Desarrollemos una red de información y utilicémosla. Pregunte a su compañero o responsable superior cuando tenga dudas. De usted depende, en gran medida, lo que puede saber.
  • Pidamos ‘feedback’ sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos y qué piensan nuestros superiores y compañeros de nuestro trabajo. Quizá obtengamos información de datos que nos sabíamos y que pueden darnos la solución a nuestras inquietudes.
  • Evitemos las personas negativas. Sólo atraerán resultados negativos.
  • Mantengamos el coraje profesional. Seamos inconformistas. En un sentido positivo, los conflictos pueden ayudarnos a cumplir nuestra visión personal y nuestra misión profesional.
  • Hagamos amigos, verdaderos AMIGOS en nuestra Empresa.
      Creo que llegados a este punto todos estaremos de acuerdo que el equilibrio ideal está en la motivación compartida al 50%, donde la Empresa y sus líderes estén alineados con las tendencias que nos indica la Ciencia actual y nosotros correspondamos con nuestra actitud y rendimiento positivo. Ahora bien, si poco o nada de lo anterior se da en nuestra Empresa y lideres (serán más bien jefes) y no podemos tomar la decisión de un cambio laboral (ausencia de grados de libertad) hemos de "forzar", aún más, nuestra situación para ayudarnos a conseguir esa "fuerza interior" planteándonos una serie de preguntas incómodas, traumáticas (es una situación límite) cuya respuestas en sí nos deben de servir para automotivarnos por el camino de la elección dicotómica tales como:




1. ¿ACTIVAMOS EMOCIONES Y PENSAMIENTOS POSITIVOS QUE CONDUZCAN AL EXITO O NEGATIVOS QUE NOS AISLEN DEL EQUIPO Y DE LA EMPRESA ?.
2. ¿BUSCAMOS LA CONFIANZA QUE ES NUESTRO ACELERADOR EMOCIONAL O POTENCIAMOS LA INSEGURIDAD QUE ES EL FRENO ?.
3. ¿QUEREMOS SER PARTE DE LAS DIFICULTADES O PARTE DE LAS SOLUCIONES ?.
4. ¿EMPEZAMOS A HABLAR DE "NUESTRA" EMPRESA O SEGUIMOS DICIENDO "LA EMPRESA" COMO SI NOS FUERA AJENA ?.
5. ¿TOMAMOS EL "SENDERO DEL ÉXITO" O EL CALLEJON MENTAL “SIN SALIDA”?.
6. ¿NOS PONEMOS EN MARCHA O ESPERAMOS A QUE NOS RESCATE EMOCIONALMENTE EL "SEPTIMO DE CABALLERIA"?.
7. ¿EMPEZAMOS A VER LA LUZ "AL FINAL DE NUESTRO TUNEL" O LA LUZ DEL "TREN QUE VIENE HACIA NOSOSTROS"?.
8. ¿ELEGIMOS INTENTAR ADAPTARNOS O SER UN CADAVER VIVIENTE"?.
9. ¿PREFERIMOS "TRABAJAR PARA VIVIR" O "VIVIR PARA TRABAJAR"?.
10. Y por último y no nos engañemos a nosotros mismos ¿SI FUERAMOS EL CEO DE NUESTRA EMPRESA CONTRATARIAMOS A GENTE QUE NECESITARAN PERMANENTEMENTE SER MOTIVADAS EN SU TRABAJO?.


CREA TU PROPIO LISTADO MOTIVADOR PARA EL TRABAJO.-

      La verdad es que reconozco que no me gustan los carteles o panfletos que me dicen o indican lo que tengo que hacer, pero hace años se puso de moda en las Empresas (creo que ahora está más caduca la idea como impulso motivador) colgar en las paredes unas fotos con textos enmarcados que la verdad eran de todo menos motivadores. Yo le pondría a muchos "jefes" en sus despachos algunos como los siguientes:

1. "LAS TAREAS NORMALES LAS HACEMOS RAPIDAS LAS IMPOSIBLES TARDAMOS UN POCO MAS”.
2. "POR FAVOR, NO ME HABLE DE CORRER...CORRER ES DE COBARDES !!!".
3. "EL CONTROL LLEVA A LA OBEDIENCIA, LA AUTONOMIA AL COMPROMISO".

      Sin embargo, quiero participaros de una variante que a mí me funciona y es la de tener en una pequeña tarjeta plastificada una serie de frases que a mí (cada uno puede elaborar las suyas con las que se identifique mejor) me acompañan y me ayudan, tales como:

1. "NO EXISTEN LOS PROBLEMAS (*), EXISTEN LAS DIFICULTADES".
2. HAZ DE UN LIMON…UNA LIMONADA.
3. DESCONECTA POSITIVAMENTE DEL TRABAJO.
4. ANTES DE DECIDIR "TOMATE TU TIEMPO".
5. "CALLEJON MENTAL "SIN SALIDA" O "SENDERO DEL EXITO".
6. "LA PEOR GESTION ES LA QUE NO SE HACE".
7. "SI LO INTENTO QUIZA LO CONSIGA SI NO, SEGURO QUE NO".
8. "SI NO PUEDES MEJORAR LA NECEDAD...CALLATE Y ESCUCHA".
9. "CADA OBSTACULO ES UN SALTO HACIA EL EXITO".
10. "NUNCA HACIA ATRAS..SOLO PARA COGER IMPULSO".

               (*) Si un problema tiene solución pasa ser una dificultad y si no la tiene entonces pasa a ser un imposible.


CONCLUSION.-

      La mayor felicidad en el mundo laboral está en uno mismo, ya que no depende de nosotros la elección del entorno y los Colaboradores/Cómplices con los que vamos a tener que trabajar. Lo más importante es poner el cerebro a nuestro favor (abrir la "chacrita" como dice mi amiga Grace) y por ello hay que empezar por un cambio de actitud que nos genere un impulso automotivador y luego intentar modificar el entorno, pero no al revés.

      Con ello no estoy animando a la Empresas para la introducción en sus organizaciones del sistema ROWE, ni estoy recomendando a nadie apuntarse a la corriente fundada por los españoles Daniel Lyons y Montse Ventosa del happyshifting- movimiento que busca la felicidad a través del trabajo - o el ‘Art in business’que promulga el italiano Padula y que trata de estimular la actitud de los ejecutivos que, contando con el conocimiento técnico necesario para desempeñar su trabajo, carecen de motivación; pero sí estoy apuntando a que la vida tiene una duración determinada y debemos intentar aprovechar y disfrutar todos los minutos que vivimos (en el trabajo pasamos más de un tercio de las horas del día) y si estamos desmotivados estamos generando energías negativas que no favorecen nuestra "FELICIDAD LABORAL".

      Hemos de ir corrigiendo el actual antagonismo existente entre lo que nos enseña la Ciencia y lo que seguimos aplicando en nuestras Empresas, dado que cada vez más lo trabajos que se demandan son más complejos, más intelectuales y más autónomos, es decir más heurísticos y menos logarítmicos y hemos de ser valientes para aceptar que esta nueva motivación 3.0 parte de una premisa distinta: Las personas queremos ser responsables y asegurarnos que tenemos el control de nuestro trabajo en todos sus factores como camino hacia el fin del éxito.

     Estoy convencido que los próximos años se demandarán menos gestores que "dirijan" frente a más responsables que "lideren" sus equipos favoreciendo el renacimiento de la autogestión.  

      Así que, como dice Daniel H. Pink podemos "elegir entre aferrarnos a una visión de la motivación humana que está más asociada a las viejas costumbres que a la Ciencia moderna o podemos escuchar a los investigadores, situar nuestro negocio y nuestras prácticas personales en el siglo XXI y acuñar un nuevo sistema operativo para ayudarnos a nosotros mismos, a nuestras empresas y a nuestro mundo a ser un poco mejores". No será tarea fácil, ni ocurrirá de la noche a la mañana, de modo que pongámonos manos a la obra dado que el séptimo de caballería no vendrá a nuestro rescate...


Y SI AUN TE QUEDAN DUDAS MIRA ESTOS VIDEOS, POR FAVOR.



Y recuerda...REFLEXIONORA !!!.

NB: Este tema sobre LA MOTIVACION...LABORAL, compuesto de dos artículos, quiero dedicárselo a GRACIELA RABOSTO quién desde Uruguay colabora en la difusión de REFLEXIONORA.

lunes, 5 de septiembre de 2011

LA MOTIVACION…LABORAL (I)


     Terminaba el anterior artículo con la palabra clave que da título a este: la MOTIVACION, esa fuerza que nos acompaña, o no, en nuestras actividades cotidianas y que tan importante es su comprensión y aplicación en el entorno laboral.

     Mucho se ha hablado y escrito de ella y muchas definiciones se han realizado para describirla por lo que no es el objeto principal de esta reflexión, si bien y aunque la Real Academia Española de la Lengua (RAE) la define como el "Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia", aceptaremos mejor (por entender más apropiada la definición) la de ser ese "impulso que inicia, guía y mantiene el comportamiento, hasta alcanzar la meta u objetivo deseado".

     No obstante, no pretendo describir ni analizar las jerarquías existenciales de Maslow con su famosa pirámide ni las teorías Taylorianas basadas en factores extrínsecos (el palo y la zanahoria y las recompensas tipo "si/entonces”) como el dinero o los pagos en especie de todo tipo. Estos incentivos económicos y prebendas, que siempre hemos creído necesarios para garantizar los buenos resultados, en realidad sólo funcionan para trabajos mecánicos, rutinarios y repetitivos y, normalmente, suelen mermar la actitud positiva, el rendimiento, la falta de ética y sobre todo... la creatividad.

     Sin embargo y dando por descontado que, evidéntemente, a nadie le importaría que lo motivasen extrínsecamente en el trabajo, la realidad hoy día es bien distinta por dos motivos principálmente:

a) La falta de recursos económicos en un entorno de restricciones.
b) La tipología de los trabajos que demanda nuestra sociedad.

     Así que, sin más dilación, nos comprometemos diréctamente con las teorías de la motivación INTRINSECA (la Automotivación), a la que Daniel H.Pink denomina como “el nuevo sistema operativo 3.0 del ser humano”.

     La Automotivación en los Colaboradores/Cómplices (propongo esta denominación para los llamados empleados, proveedores y clientes) de una Empresa (internos y externos) es de vital importancia debido a que ellos darán todo de sí en pro de un objetivo personal u organizacional sin esperar ninguna recompensa material a cambio y por el simple hecho de sentirse bien y reconfortados como una necesidad existencial. Los factores intrínsecos que apoyarán este impulso son los deseos de las personas en hacer cosas por el hecho de considerarlas interesantes o importantes en sí mismas.

     Estas personas capaces de desarrollar este impulso (no se nace con él) son proactivas, creadoras e innovadoras, un trío de actitudes con muchas posibilidades de éxito dentro de cualquier organigrama empresarial y necesario en todo equipo profesional de trabajo hoy en día.

     Los llamados factores extrínsecos normalmente utilizados (basados en las recompensas condicionadas) crean adicción y necesitan a medio plazo mayor cuota de consumo para su satisfacción, hecho que no está alineado con la flexibilidad necesaria en los actuales entornos laborales donde la disponibilidad de los recursos varia según los periodos de bonanza o carestía de la demanda, mientras que los intrínsecos no requieren de esta adicción teniendo una relación más directa a la capacidad de adaptación y asimilación de la mente del individuo.


COMO DEBEN MOTIVAR LAS EMPRESAS.

     No es suficiente con plasmar en unos carteles o cuadros en la pared, en web´s corporativas, catálogos comerciales, presentaciones, etc. el modelo de "responsabilidad social" de la misma con unas descripciones de las Misiones, Visiones y Valores de la Empresa donde poco tienen que ver con la realidad y mucho con la copia sistemática de sus conceptos entre unas y otras. La realidad es que estas MVV se podrían resumir generalmente en una frase que diga:

"NOS SOMOS OPTIMIZADORES DE OBJETIVOS, SOMOS OPTIMIZADORES DE GANANCIAS".

     En el mundo laboral la Automotivación es compleja dado que se percibe como un equilibrio entre la equidad de las recompensas recibidas en comparación con otros miembros del mismo grupo y la Justicia de la recompensa recibida en sí misma. Es decir, las personas se sienten, o no, motivadas cuando alcanzan satisfacción con lo que reciben de acuerdo con el esfuerzo realizado y en este contexto no ha de aparecer necesariamente la recompensa material en todas sus manifestaciones.

     En las nuevas tendencias laborales cada vez más las personas con grados de libertad para elegir las Empresas donde trabajar eligen aquellas que ofrecen la finalidad más allá de los beneficios de los productos/servicios, buscando además una integración social y solidaria, teniendo la posibilidad de aportar, a través de la Empresa y mediante de su trabajo, a la sociedad.

     Por ello los responsables de las Empresas han de adaptarse a este cambio constatado por la Ciencia y hacer que sus Colaboradores/Cómplices se sientan parte de un proyecto, se les reconozca el esfuerzo realizado y fomentar "el apoyo y la ayuda" de compañeros y superiores dado que ello sí que tiene un efecto perdurable en el ser humano. Por tanto, se deben potenciar pautas que den mayor iniciativa al trabajador, tener siempre presente su opinión y procurar que el ambiente empresarial sea favorable.

     Damos por hecho que un profesional debe hacer su trabajo de la forma más eficiente posible pudiendo cometer errores (aunque recordemos que estos han de ser menores que sus aciertos para mantener el binomio del éxito) y ello en sí no debe merecer un reconocimiento especial pues es lo que se espera de él y por tanto, no tiene mucho sentido el que se agradezca continuamente o se dé las gracias de forma especial por hacer su trabajo, ya que esto desvirtúa y vicia el agradecimíento y su valor. Sin embargo, si debemos tener en cuenta y felicitar o agradecer (siempre de modo presencial) los esfuerzos extras, especiales o los éxitos de los miembros de tú equipo. Es la recompensa tipo "ahora sí" y debe de realizarse en tiempo y forma.

     Es decir, la Empresa debe concentrar sus recursos en poder crear entornos para que las necesidades psicológicas de cada uno de sus miembros puedan desarrollarse de forma libre, natural y espontánea. Ese "clímax laboral" también explicado por Mihaly Csikszentmihalyi en su libro FLUIR: Una psicologia de la Felicidad donde describe cómo el sendero del éxito de las personas en el mundo laboral está directamente relacionado con esta capacidad. Para él la fluidez son "las experiencias óptimas que se dan cuando existe sintonía entre los retos que afrontamos y el nivel de nuestras capacidades" Su mensaje para las Empresas es claro: "La creación de entornos que propicien la fluidez y que ayuden a las personas a avanzar hacia el dominio potencian la productividad y la satisfacción en el trabajo ".

     Algunas reflexiones sobre posibles acciones de motivación a realizar por los responsables de las Empresas podrían ser:




1.     Eliminar la denominación de "Recursos Humanos" en la Empresa.
2.    Retribuir de forma fija mediante equidad interna y de forma variable ligado al desempeño.
3.     Pagar a tus Colaboradores igual o mejor que la media del mercado (equidad externa).
4.    Establecer controles del rendimiento mediante fórmulas simples y transparentes.
5.     Proporcionar desarrollo personal y laboral a cada Colaborador interno.
6.    Promover acciones para hacer sentirse a las personas valoradas en su trabajo.
7.     Establecer objetivos consensuados y alcanzables (*).
8.    Promulgar ambientes de trabajo con un trato de educación y respeto para todos.
9.    Tratar a los Colaboradores/Cómplices como Personas/Clientes NO como recursos/negocios.
10.  Dar información y comunicación a los Colaboradores/Cómplices en tiempo y forma.


(*) Los objetivos impuestos (de contratación, de ventas, de beneficios, etc.) no son motivadores y además pueden ser perniciosos dado que las metas que las personas se proponen y a las que se entrega hasta alcanzarlas son las consensuadas y compartidas.


COMO DEBEN MOTIVAR LOS LIDERES.

     Los verdaderos líderes son aquellas personas capaces de hacer extensivos, sin miedo, sus propios objetivos y motivaciones a sus equipos y estos tienen mucho que ver con la libertad, el compromiso y el reto de cada nuevo proyecto. Cualquier otra recompensa es bienvenida pero tomada como un plus. Es decir, los LIDERES, con mayúsculas, no reniegan de las ganancias ni de los resultados pero no están obsesionados con ellos, saben que llegarán.

     Nos dice la Ciencia y somos partícipes de ello que la Automotivación laboral tendrá una importancia relevante en este mundo de competitividad y de esfuerzo productivo. Por este motivo, si queremos conseguir que nuestros Colaboradores (internos y externos) den lo mejor de sí mismos debemos fomentar la implicación formando equipos donde se puedan desarrollar los factores intrínsecos de sus miembros, procurando que florezca ese “impulso oculto” que todos llevamos dentro con acciones encaminadas a:




1.    Explicar e implicar a los Colaboradores en los proyectos participándolos de su finalidad.
2.    Hacer interesante el trabajo de nuestros Colaboradores y explicar la
      importancia de los que no lo sean pero que son necesarios.
      (tareas rutinarias y/o aburridas).
3.    Crear retos que se adapten a las capacidades de tus Colaboradores.
        (las demasiado difíciles son frustrantes y crean ansiedad y las demasiado fáciles aburren). 
4.    Alentar la participación y la colaboración de todos los miembros del equipo de forma autónoma (se puede ser autónomo e interdependiente a la vez).
5.    Lograr el compromiso y la responsabilidad de tus colaboradores en las tareas consensuadas.
6.     "Apoyar" la autonomía de tus Colaboradores y "ayudar" a conseguir un dominio en la materias relacionadas con sus tareas (formación). (*)
7.    Dar y solicitar retroalimentación (feed-back) de forma periódica, precisa y oportuna.
8.    Recompensar la eficiencia con la asignación de tareas distintas consensuadas (rotación).
9.    Dar recompensas emocionales del tipo "ahora sí" que sean valoradas por tus Colaboradores
10. Dejar flexibilidad laboral (tú decides cómo, cuando, donde y con quién hacer tus tareas).
      ¡¡¡ NO CONTROLES LOS BIORRITMOS DE TU EQUIPO !!!.
11.  Pedir menos obediencia y solicitar más compromiso.
12.  Delegar y dejar a tú equipo FLUIR, FLUIR Y...FLUIR.


(*) No es lo mismo apoyar que es dar una cobertura moral que ayudar que implica consumo de recursos.

     Los lideres deben saber que la desmotivación puede resultar claramente nociva si se convierte en una tendencia recurrente o estable, pues puede afectar la salud, limitar la capacidad de vinculación y desfavorecer la productividad por cuanto afecta la confianza de los individuos, la creatividad, la fuerza de voluntad y hace cohibir la toma de decisiones con valentía.
            
Y recuerda...REFLEXIONORA !!!.