domingo, 29 de septiembre de 2013

DEMASIADA EXPERIENCIA NO MATA LA INNOVACION.


           La experiencia está infravalorada y el nuevo modelo empresarial (bueno mejor dicho algunas personas que lo promueven) avalan argumentos en esta dirección, pero no seguir otorgando a la experiencia una posición merecidamente destacada a la hora de evaluar el talento es uno de los muchos lastres que seguimos acarreando a pesar de encontrarnos ante una nueva realidad; una creencia absurda, que está capilarizando y que quiere convertirse en un cambio de paradigma.

            Es cierto que el movimiento se demuestra andando y el valor de la experiencia, sea el que sea, se debería medir comparando el valor similar producido en ausencia de experiencia con el producido en presencia de la misma. No sé si existe algún estudio serio a este respecto y, si lo hay, no lo conozco. Pero hay una serie de hechos, de fácil comprobación, que me parecen suficientemente contundentes como para, al menos, cuestionarse seriamente si el valor real que aporta la experiencia no es tan relevante.

            Por ejemplo, antaño en la época de las Empresas Taylorianas del siglo XIX cuando hablamos de habilidades manuales, la experiencia era muy relevante. Lo que con frecuencia distinguía a un buen profesional de otro excelente son las horas que había dedicado a practicar esa habilidad, es decir, su experiencia. En este caso, el valor de la experiencia era optimizar el automatismo, lo cual se traducía en menos errores, mejor predictibilidad y, en general,  ofrecer más calidad.

            Posteriormente, en el siglo pasado, la experiencia tenía un valor en contextos en los que las situaciones se repetían sistemáticamente y requerían de una buena dosis de conocimiento tácito para abordarlas con éxito. En este caso, dicho conocimiento tácito solía producirse como resultado de numerosas pruebas ensayo-error, un esfuerzo que solo tiene sentido a la larga y cuando se sabe que va a poder aplicarse en el tiempo.

            Llevando esto al mundo de la empresa, la experiencia era un valor, por los motivos antes indicados, en entornos industriales tipo cadena de producción y burocráticos y administrativos por la ausencia de sistemas informáticos. En este escenario, contratar a un profesional con experiencia también suponía una ventaja frente a contratar uno sin ella.

            Por tanto, en ambos siglos, contratar un profesional con experiencia requería una menor inversión, tanto en tiempo como en dinero, para formarse en el uso de la maquinaria o en los procedimientos de trabajo y era lógico pensar que cometiera menos errores y que su ritmo de trabajo fuera más próximo al óptimo que el de alguien sin experiencia. Es más, también se valoraba el hecho  de presuponer que ante una hipotética situación imprevista, era lógico esperar que reaccionase de forma más adecuada, ya que probablemente no fuera la primera vez que se encontrara ante ella.

            Sin embargo, en este siglo XXI, en la denominada "Era del conocimiento", el valor de la experiencia parece que no es tan evidente. Cuando la generación de valor reside más en pensar que en hacer, a la experiencia quieren pasarla a un segundo plano. Cierta experiencia dicen que es positiva, ya que puede evitar errores “de principiante”, pero más allá de un mínimo, la experiencia empieza a jugar en contra.

            El problema de la experiencia en el trabajo del conocimiento es que sustituye la reflexión por la creencia. Dejamos de pensar en el momento en que creemos que ya lo sabemos todo. Dejamos de probar cosas nuevas cuando ya sabemos, o creemos saber, qué puede funcionar y qué no. Y cuando dejamos de pensar, dejamos de contribuir a la aportación de valor. ESO ES CIERTO...EL BLOG SE LLAMA REFLEXIONORA !!!.

            Por tanto, en ese sentido, la experiencia es cierto que puede ser incluso contraproducente. Por ejemplo, un profesional que lleve muchos años desempeñando un trabajo o "dirigiendo" de forma inadecuada tendrá mucha experiencia en hacer las cosas y "dirigir" mal pero eso no solo no es motivo de orgullo sino que probablemente plantee un problema adicional de cara a cambiar la forma de trabajo o de "dirección" en un momento dado, ya que la forma incorrecta estará cristalizada y resultará muy difícil cambiarla. Ya sabéis que pongo la palabra dirigir entre comillas porque no me gusta y debiera ser cambiada por la de LIDERAR.

            Por ejemplo, si tomamos como muestra algunas de las empresas más importantes de las últimas décadas, desde HP a Facebook, pasando por Microsoft, ¿qué experiencia tenían sus fundadores creando empresas cuando las crearon? Hasta donde yo sé, ninguna. En el extremo contrario, los directivos que han llevado a empresas como Kodak, Nokia o Eon a situaciones dramáticas, cuando no directamente a su desaparición, contaban con una amplia experiencia, probablemente incluso con cierto éxito, dirigiendo empresas. Paradójico, ¿no?.

            El problema de muchas de las organizaciones es que están dirigidas por gente con demasiada experiencia y no necesariamente “buena”. Al igual que la industria relojera suiza inventó el reloj digital y lo desechó, porque en su experiencia un reloj sin manecillas ni engranajes no era un reloj “serio” o la famosa firma Kodak, inventora de la primera cámara digital pero que creyó que no tendría éxito y que la gente estaba acostumbrada al revelado y la foto en papel...los dirigentes de muchas organizaciones no se atreven a dar los pasos necesarios para innovar en la gestión de las mismas porque en su experiencia, “eso no funciona”.

            Cuando tienes mucha experiencia (acompañada normalmente de más edad también) crees que lo sabes todo, ya no necesitas aprender más y te auto-inhabilitas para innovar. Por eso algunas organizaciones punteras en la gestión de personas y de su tiempo, como Vodafone, promovían activamente la rotación interna, de modo que ningún profesional con potencial permaneciera más de dos o tres años en el mismo puesto. Yo estuve trabajando 12 años en esta Empresa y no lo entendía y ahora reconozco no sólo que estaba equivocado sino que dejé pasar oportunidades de crecer humana y laboralmente...reconozco el error, aunque en mi caso la ausencia de necesidad y el exceso de comodidad me invitaron a ello.

            Ahora bien, dicho lo dicho, he de levantar una bandera de rechazo ante la situación actual de abandono y defenestramiento de la experiencia laboral en la empresas de hoy día. Hago hincapié en la diferencia entre edad laboral y experiencia laboral porque lo uno NO va acompañado de lo otro y acepto que por el mero hecho de ser mayor en edad no se es más responsable o se tiene mayor valía laboral, ahora bien, la experiencia laboral de buenos profesionales no debe ser proscrita por el mero hecho de acompañarle una fecha de nacimiento superior a cuatro décadas...QUE DESPERCICIO DE TALENTO !!!.

            Por tanto, la clave del éxito de la Empresas actuales no reside solo en su capacidad para fomentar la innovación, sino en su capacidad para seleccionar el personal que se ajuste a esa cultura empresarial innovadora con la motivación, resilencia y el valor suficientes para perseguir y defender su misión y valores, pero con la capacidad suficiente como para aceptar opiniones contrarias sin entrar en conflictos. Unos principios básicos y lógicos que, sin embargo, no forman parte de las prioridades de la gran mayoría de empresas, empecinadas en seguir con políticas de reclutamiento de personal homogéneas y jóvenes, contratando un mismo tipo de perfil en vez de promover la diversidad, algo imprescindible a la hora de poder contemplar problemas desde distintos ángulos y buscar soluciones innovadoras. Demasiado tono gris, en vez de más color. Contribuyamos a la idea poniendo el párrafo en fondo blanco.

            Por tanto, no estoy de acuerdo en que demasiada experiencia mata la innovación y te vuelve incompetente y será, en el medio plazo, un problema en nuestras empresas y sociedad y se convertirá en un evidente nuevo cambio de un joven pero caduco cambio de paradigma al poco de nacer.

            La infravaloración de la experiencia laboral hoy en día no tiene razón de ser y es contraproducente para las empresas y la sociedad de este nuevo siglo.

Y recuerda...REFLEXIOINNOVA.

Nota: Le dedico este artículo a mi buen amigo Iñigo Pommarez quién dice que le encanta leer mis artículos.

 

 

 

 

           

 

domingo, 22 de septiembre de 2013

LOS PRINCIPIOS DE LA INNOVACIÓN EN LA EMPRESA.


1.     Los problemas de nuestros Clientes y proveedores (colaboradores externos), han de ser considerados como propios.

2.     Seamos empáticos. Conozcamos a nuestros colaboradores externos y sus realidades. Sólo así podremos crear el valor que ellos aprecien.

3.     La excelencia no es “perfeccionismo” técnico. Ofrece soluciones innovadoras, eficientes y realistas, centradas en las necesidades expresas de los colaboradores externos e...INTERNOS (empleados).

4.    Seamos curiosos, observemos desde todos los puntos de vista, escuchemos, relacionémonos y cooperemos con el entorno. Seamos espléndidos en conocimientos y tecnologías.

5.    Seamos creativos. Visualicemos nuevos mercados y nuevos Clientes, imaginemos nuevos servicios, descubre nuevas formas más eficientes de hacer las cosas.

6.     Contribuyamos a crear nuestro futuro. Las ideas brillantes, enfocadas a oportunidades reales, proceden de toda la organización interior y...del EXTERIOR. Seamos emprendedores y actuemos con libertad, asumiendo responsabilidades.

7.    Alcancemos lo mejor de nosotros mismos, en lo humano y en lo profesional. La creatividad convive con los límites. Cumplir con plazos, costes, normativas y especificaciones es un reto motivador.

8.     Seamos fiel a los compromisos. Experimentemos...descubramos lo que funciona y lo que no, identifiquemos y rechacemos rápidamente los errores. Aprendamos continuamente y construyamos sobre nuestros éxitos y...FRACASOS.

9.     Actuemos con honradez e integridad personal y profesional. Fomentemos un clima de optimismo, respeto y confianza a nuestro alrededor. Hagamos equipo, dejémosle que fluya y seamos LEALES.

10. Compartamos todo lo que sepamos, nuestros conocimientos, nuestras iniciativas, nuestros éxitos (knowmad). Mostrémonos disponibles y colaboradores. Nosotros creceremos cuando ayudemos a crecer a nuestros COLABORADORES .

Y recuerda...REFLEXINNOVA !!!





 





 


domingo, 8 de septiembre de 2013

12+1 REFLEXIONES SOBRE INNOVACION


Seguro que no existe una o varias fórmulas mágicas para tener éxito....pero sí hay una serie de reflexiones que creo pueden aminorar los errores típicos que cometen los noveles innovadores/emprendedores, especialmente en sus primeras andaduras.

Por ello he compilado la siguiente lista que espero que pueda ayudar y ser interesante:

1. EMPRENDAMOS ALGO QUE NOS GUSTE.

El camino del innovador/emprendedor no es nada fácil. De hecho podríamos asegurar que es el más difícil y espinoso de todas las alternativas empresariales. Si vamos a emprender un negocio, hagámoslo en un área que disfrutemos  haciendo el trabajo que nos apasione hacer (no todos podemos ser CEOs o Directores Generales). De esta manera, cuando lleguen los obstáculos y las dificultades y tengamos que tener más tesón que los demás, al menos lo haremos disfrutando o dejando fluir nuestra "pasión laboral".

2. FOCALICEMOS LOS ESFUERZOS.

Ya nos avisa el dicho popular muy claramente: “el que mucho abarca, poco aprieta”. Hay personas que creen que pueden manejar 2 ó 3 proyectos de manera simultánea y ello es casi imposible, una auténtica dispersión del conocimiento, los recursos y los objetivos y lo normal es que al final ninguno llega a ser exitoso. Debemos enfocarnos a UNO y guardar nuestras energías para otro pero... después. LO PRIMERO ES ANTES Y LO SEGUNDO...DESPUES, ya lo hemos dicho muchas veces en este blog.

Por supuesto que no importa cambiar lo que estamos haciendo por el camino, lo que NO es posible es hacer todo al mismo tiempo, especialmente cuando no tienes mucha experiencia en discernir, en planificarte y, en definitiva, EN PRIORIZAR.

Desgraciadamente mucha culpa de esta falta de focalización/concentración la tenemos o hemos tenido aquellos que tenemos o hemos tenido responsabilidades de liderazgo/dirección de terceros. La tendencia natural es la de fiscalizar y organizar el trabajo ajeno presionando con argumentaciones (más bien órdenes encubiertas) que la mayoría de los casos suele mermar la capacidad de iniciativa, destruye el talento y...desmotiva.

3. PIENSA EN HACER ALGO IMPORTANTE, NO EN EL DINERO QUE VAS A GANAR.

La mayoría de los empresarios modernos buscan generar dinero rápido mediante ingresos recurrentes, margen comercial y rentabilidad positiva, todo al menor coste posible... QUE FACIL DECIRLO !!!.

Estas premisas pseudo-emprendedoras y nada innovadoras, suelen atraer inversionistas y empleados incorrectos y tóxicos a nuestros proyectos y normalmente nos ayudan a perecer antes que a nacer y crecer.

Estoy seguro que una buena idea que tenga sentido de empresa y de preferencia al crecimiento (desarrollo en todos los sentidos) de las personas más que al presupuesto inicial garantiza que el dinero llegará como una consecuencia y no como un fin.

Para ello debemos de dejar de priorizar las preguntas que suelen hacerse normalmente los que deben de apoyar las idea innovadoras de, ¿ CUANTO (va a costar) ?, ¿ CUANDO (llegará la rentabilidad) ?, ¿ DONDE (vamos a generar mercado) ?, ¿ QUIENES (coste de los mal llamados "recursos humanos") ?...Y EMPEZAR A PREGUNTAR Y APORTAR IDEAS SOBRE EL ¿ COMO LO VAMOS A HACER ?.

4. PON EN VALOR LA IDEA RAPIDO O...YA ES HISTORIA.

Por buena que sea tú idea, lo más conveniente es probarla en la etapa más temprana que puedas. Es decir, busca la retroalimentación de tus colaboradores externos (Clientes potenciales y Proveedores) antes incluso de que esté listo tu producto o servicio.

Esperar a una versión final puede costarte mucho dinero y esfuerzo. Utiliza la retroalimentación constante para mejorar tu oferta y luego sal al mercado con algo que ya hayas probado.

5. CERREMOS VERSIONES.

Todo se puede mejorar, pero no por eso hay que esperar a un producto o servicio perfecto. Uno de los principales errores de los emprendedores, especialmente de los ingenieros (entono el "mea culpa"), es el de seguir agregando funcionalidad al producto, lo que lleva a ciclos eternos de desarrollo. Es importante tener una primera versión y cerrarla una vez que los objetivos originales se hayan cumplido, después ya tendremos tiempo para hacer mejoras en versiones posteriores.

6. SATISFACER NECESIDADES.

Nada nuevo cómo concepto pero muy difícil de acertar...uno de los principales errores de los innovadores/emprendedores tecnológicos es desarrollar algo simplemente porque tienen la capacidad de hacerlo, sin atender a ninguna necesidad de su público objetivo.

El resultado final suele ser una tecnología que vive en busca de un mercado, causa fatal de muchas ideas. Es mucho mejor empezar al revés: dándote cuenta de que algo falta o se puede mejorar y aprovechar la oportunidad.

7. SIGUE TU INSTINTO...TE PUEDE SALVAR LA IDEA/NEGOCIO.

Es recomendable que escuchemos a los demás: a nuestros COLABORADORES (internos y externos), familiares, amigos y en general a cualquiera que nos pueda aportar algo positivo, pero tengamos cuidado porque nos enfrentamos a muchas opiniones diferentes y podemos perder el norte. Sigue tu instinto y acepta consejos, pero sin perder la esencia por la que quieres poner tu idea innovadora en primera instancia. Si tratas de hacer felices a todos (sobre todo a los simples "opinadores"), caerás probablemente en la desmotivación y mediocridad y será causa de inseguridades, miedos y tensiones.

8. SEAMOS DIFERENTES.

Asegurarnos de tener algún valor diferencial importante respecto de nuestros competidores. No es suficiente hacer lo mismo que el otro, debemos hacerlo mejor, más barato o lo que sea pero...de manera distinta para poder destacar en el mercado.

Tu idea debe de tener alguna ventaja clara con respecto del resto y, además, debe ser sostenible en el tiempo para que no llegue alguien más grande y compita con tu misma ventaja.

9. SEAMOS PERSISTENTES.

El éxito normalmente tarda en llegar, por lo que tendremos que ser persistente en tu intento por alcanzarlo. Si nos frustramos rápidamente, innovar/emprender no es lo nuestro.

No hay que confundir persistencia con obstinación: debemos ser persistentes pero también aprende a saber perder. Una de mis frases favoritas es de Marcus Dantus y dice “pierde, pero no pierdas la lección”. Aun perdiendo, puedes ganar valor y experiencia.

10. SEPAMOS DELEGAR.

Tenemos que aprender a delegar, no podemos hacerlo todo solo. Es muy común que los innovadores/emprendedores crean que sólo ellos pueden hacer algo bien y están metidos en todos los proyectos que se mueven. Esto es un error y les puede llevar, muy probablemente, a la ralentización del proyecto o  a la ruina del negocio. Conforme las empresas crecen es esencial que encuentren especialistas para diferentes áreas y debemos dejarlo que desarrollen nuevas ideas que a la postre serán embrión de nuevos negocios.

Debemos apoyarnos en personas de confianza a las que podamos atender y a las que  podamos ayudar a consolidarse dentro de la estructura y la estrategia empresarial y no importarnos que puedan ser mejores que nosotros en una área específica, pero sobre todo, demos apoyo, ayuda y confianza para que puedan fluir y desarrollar sus iniciativas innovadoras.

11. CONTROLEMOS NUESTRA VANIDAD Y EGO.

Para muchos es difícil sentirse criticado, pero siempre hay que aprender a escuchar. La soberbia, la vanidad y el EGO es enemigo natural del éxito, por lo que si te cierras al mundo acabarás siendo el único Cliente de tu idea y, por ende, de tu posible negocio.

12. SE PRUDENTE PERO NO TENGAS MIEDO.

Busquemos nuevos retos, exploremos y tengamos valentía en hacer cosas que no hayamos o se hayan hecho nunca. Es cierto que si no lo intentamos no fallaremos, pero también es cierto que así nunca tendremos éxito. La mayoría de los innovadores/emprendedores con mayor éxito cometieron muchos errores de los que aprendieron y eso los hizo mejores y más valiosos al final.

Una buena forma de reducir los riesgos es INNOVAR sobre las ideas de otros, desarrollar variantes de ideas de terceros o de aplicar las ideas que otros no han sabido ponerlas en práctica...INNOVAR NO ES CREAR, ES ADAPTAR LAS IDEAS A LAS NECESIDADES Y PONERLAS EN PRACTICA.

12+1. AYUDAR A LOS DEMAS

Tendemos a hacer un recorrido sin fijarnos en aquellos a los que pisamos, sin pedir ayuda y sin ayudar  a los demás... Si llegamos a tener éxito, se debe regresar un poco a los que van detrás de tu camino y al propio ecosistema. Además de generar buen "rollo laboral/empresarial" impulsamos la imagen de nuestro País de cara al exterior que buena falta nos hace (que espectáculo más bochornoso el de la candidatura olímpica visto ayer).

El que haya proyectos exitosos nos ayuda a TODOS, ya que mejora las condiciones para las siguientes generaciones de innovadores/emprendedores.

Y recuerda...REFLEXINNOVA !!!

domingo, 1 de septiembre de 2013

LA ANTROPOLOGIA DEL CAMBIO EN LA CULTURA ORGANIZACIONAL Y EN LA SOCIEDAD COMO CONCEPTO INNOVADOR.


Posiblemente una de las cosas más fascinantes del momento en que estamos es que nadie es capaz de predecir cómo será el mundo dentro de 5, 10 o 15 años...

            El cambio GLOBAL es lo que define nuestra sociedad y es tal la velocidad del mismo que estamos sufriendo (o disfrutando, según se mire) que cualquier visión de predicción es una garantía de éxito. La ADAPTACION al cambio es el camino de la supervivencia pero la CREACION del cambio es la meta del éxito.
          Muy pocos tienen capacidad de generar cambios, la mayoría se adaptan a ellos y los inmóviles…PERECEN
            Es fundamental que seamos capaces de visualizar y diseñar el cambio desde distintas perspectivas para que nuestras empresas dispongan de todas las claves para hacer de él algo valioso para nuestras organizaciones.
            Pero conviene preguntarse qué relaciones se generan en ese cambio, cómo afecta a los sistemas culturales donde se dan, cómo afecta a las personas y a las empresas. Porque ¿Son las empresas agentes del cambio en esta sociedad? ¿Están dispuestas a asumir una evolución que pueden no controlar? ¿Pueden adaptarse a él ?. Por supuesto, pretender dar respuesta a todas estas preguntas es una quimera pero lo dejo abierto a la reflexión.
            Quizá una de las primeras claves es utilizar la antropología cultural como lenguaje de investigación. 
            Esta elección ya tiene por sí misma un significado concreto, es decir, no es una elección inocente. Utilizar la antropología cultural supone colocar las empresas en un escenario más amplio que el meramente económico, supone asumir que las empresas están formadas por personas, que las personas se relacionan entre sí y que esas relaciones son algunas de las manifestaciones culturales que la antropología cultural estudia.
            Las empresas hoy en día viven en un entorno en el que lo económico sólo es una parte del mismo, de modo que muchas de las claves para su comprensión se alejan de cuentas y balances. Las empresas no permanecen en entornos asépticos, sino que desarrollan sus actividades en sociedades con sus sistemas culturales propios que afectan y se ven afectados por todas las instituciones que los forman.
            Dice Roger Keesing: “Las culturas son sistemas que sirven para relacionar a las comunidades humanas con sus entornos ecológicos”. Las formas de producción están fundamentadas en la necesidad de dar respuesta a la supervivencia en un entorno dado. Desde esta perspectiva la relación entre sistemas culturales y empresas es clara, pues ambos son una respuesta a un entorno determinado. 
            Marvin Harris fue el creador del Materialismo Cultural, que básicamente venía a decir que toda manifestación cultural o religiosa no es sino una respuesta a las necesidades que en el individuo en sociedad crea el entorno.
            Para el materialismo cultural existe un Principio de primacía de la infraestructura, es decir, son las necesidades de producción y los problemas de la población los que definen tanto a la estructura como a la superestructura. Quiere ello decir que lo primero que busca el ser humano es, en cierto modo siguiendo a Maslow, la satisfacción de sus necesidades básicas, y para ello ha de tener en cuenta el ecosistema en el que está y cómo responder a esas necesidades con los elementos con los que cuenta.
            Esas respuestas, llamémoslas microeconómicas, generan una estructura a su imagen en forma de políticas sociales y económicas que en cierto modo lo que hacen es justificar la infraestructura. Al mismo tiempo esas necesidades y usos materiales crean una respuesta a modo de superestructura en forma de filosofías, ideas, principios, valores o creencias. 
            De este modo es el entorno físico el que determina el sistema cultural que creamos, añadiendo al entorno físico la respuesta de supervivencia y desarrollo que le damos. El cambio es entonces un proceso lento, que sólo se genera cuando cambia algo en el ecosistema que nos obliga a dar una nueva respuesta a modo de infraestructura, y por ende con resultados en la estructura y la superestructura.
            ¿Pero de verdad ocurre así? ¿Estamos tan determinados por el entorno? La verdad es que no, porque se ha generado un fenómeno que no se contemplaba en el caso de las civilizaciones y pueblos antiguos: el ser humano dibuja, define y determina su entorno.
            Con la aparición de la Revolución Industrial, fundamentalmente, el ser humano empieza a controlar los recursos naturales, el ecosistema ya no es tan determinante porque él puede cambiar ese ecosistema. Resumiéndolo con una frase: En entornos urbanos es el modelo de negocio el que define el espacio, en los entornos rurales es el espacio el que define los modelos de negocio.
            Estos nuevos ritmos y dinámicas de cambio son en muchos casos ejercicios de INNOVACION que no hacen sino retroalimentar el dibujo del ecosistema por el ser humano, creando necesidades antes impensables que a su vez generan nuevas dinámicas innovadoras. El cambio, desde mi punto de vista, no es una realidad simple, con un origen determinado, sino que aparece en las sociedades actuales como un elemento complejo al que muchas empresas se adhieren y que otras rechazan, en ocasiones como parte de su política de mercado pero no como una respuesta a un ecosistema de necesidad.
            Los ecosistemas actuales no están pensados para satisfacer las bases de la Pirámide de Maslow, lo que hace que muchas empresas se conviertan en agentes de cambio por sus deseos de encontrar nuevas formas de satisfacer las necesidades superiores.
             El cambio ya ha dejado de ser un hecho raro y puntual en las Empresas y son una respuesta a cambios externos de las sociedades, para formar parte de ellas y definirlas como elemento dinamizador de su evolución y su capacidad de supervivencia y por ende…DEL ÉXITO.

Y recuerda...REFLEXINNOVA !!!